El Mar Muerto, situado entre los límites de Israel, Cisjordania y
Jordania, es en realidad un lago de agua salada. Con una longitud de 76
Km. y una superficie de aproximada de 625 m²., se encuentra a 416 m.
bajo el nivel del mar, lo que hace que sea la extensión de agua más baja
del planeta. Debido a su salinidad sus aguas son tan densas que hace
que se flote en ellas sin esfuerzo alguno.
Esta alta concentración de sal se debe principalmente a su clima cálido y
seco que provoca una intensa evaporación, siendo el río Jordán su
principal abastecedor de agua.
Su salinidad de unos 350 gramos por litro, aproximadamente diez veces
superior a la salinidad de nuestros mares, hace que resulte imposible la
existencia de seres vivos.
En
algunos puntos su costa se ha recortado en más de 600 m en relación a
donde se encontraba hace tan solo 25 años y se calcula que en algo más
de 100 años su superficie se verá disminuida a la mitad.
Al evaporarse, el agua
enriquece la atmósfera con las sales minerales que contiene y deja
detrás de sí un lago con 350 gramos de sales por litro y una capa de
barro mineral negro y viscoso, de gran valor cosmético, saturado de
sustancias benéficas para la salud.
.
Los poderes curativos de las sales minerales y barros del Mar Muerto
son conocidos desde la antigüedad. Se conoce que Cleopatra reina de
Egipto pidió a Marco Antonio conquistar la baja Jordania, y poder
aprovechar para si todas las propiedades naturales que la zona
ofrecía, en particular sus conocidos tratamientos de belleza.
Posteriormente los romanos crearon allí los primeros balnearios que
fueron para su uso y disfrute.
Ya con anterioridad, los egipcios habían
descubierto las propiedades del barro para embalsamar sus momias y
también Aristóteles escribió sobre las notables propiedades de esas
aguas.
|
El lago totalmente rodeado de montañas, las aguas no tienen salida salvo la evaporación. |
Los baños con barro o fango son reconocidos internacionalmente como los
mejores del mundo debido a su salinidad así como sus elevadas
proporciones de hierro, magnesio, cloruros de calcio, sodio y potasio,
por ello este tipo de baños tienen excepcionales cualidades
terapéuticas.
Hoy en día decenas de millares de personas de todo el mundo van
anualmente al Mar Muerto a rejuvenecerse, recuperarse, descansar y
relajarse. Van a disfrutar de las termas del balneario y a descubrir
el desierto. Otros buscan y consiguen un alivio para sus
enfermedades cutáneas consideradas incurables, o bien para la
artritis, el reuma y últimamente también para problemas
respiratorios.
Tampoco la industria cosmética y la medicina
alternativa han sido ajenas a este hecho y como tal han ido
incorporando a sus productos las sales minerales de esta zona del
planeta y con ello sus poderes beneficiosos para la salud.
El agua del Mar Muerto contiene 21 minerales distintos algunos de ellos no se encuentran en ningún otra agua de nuestros
mares. El Mar Muerto contiene 10 veces más sales y minerales que el Mar
Mediterráneo. Estas sales minerales poseen efectos relajantes, anti-alérgicos, calmantes, hidratantes y supernutritivos,
y además de contribuir a fortalecer nuestro organismo, revitalizan
el tejido celular de la piel. Los últimos estudios científicos han
demostrado la eficacia de estos minerales en el tratamiento y
prevención de varias enfermedades como soriasis, acné, reuma,
artritis, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Además de todas estas propiedades el Mar Muerto ofrece unas oportunidades turísticas excepcionales.
Paseos por sus orillas, practicar alpinismo en los acantilados que lo bordean, admirar la fauna de la región, visitar todos sus alrededores acompañado de una buena cantimplora de agua, gafas de sol, zapatillas cómodas, crema solar y una gorra.
El mejor recuerdo que puedes traer del Mar Muerto sin duda es haber estado allí y tener la oportunidad de compartir con nosotr@s una buena fotografía.